martes, 28 de diciembre de 2010

UN LOCO DE LA GUERRA...

MICHEL MENU
El iniciador de los Raiders Scouts

Juventud Scout, estudios en París
y héroe anónimo en la guerra.

Michel menú nació el 16 de febrero de 1916 en Secondigny, Deux-Sèvres, Francia.
Entra a los Scouts de France (SDF) en el 1° de Châtellerault y toma su promesa en 1930 a la edad de 15 años. Dotado de un espíritu misionero inigualable, crea algunos años después una patrulla libre en Thouars (Deux-Sèvres) que será una Tropa SDF de reconocimiento público en 1947: aquí ya encuentra el espíritu de las Patrullas Libres. En estos primeros años como Scout, es elegido por el Padre Doncœur para formar parte de los “Hijos Menores” que proponen una espiritualidad de acción y reflexión para los jóvenes adultos.
Más tarde, haciendo valer sus dotes como gran orador, obtiene en París un doctorado de Estado en Letras tras presentar una tesis de Ciencias Políticas. Atraído por el ejército, se alista en la Escuela de Artillería de Poitiers donde crea un Clan Rover.
En 1939 estalla la Segunda Guerra Mundial y a principios del año siguiente, Michel participa en la campaña de Bélgica, cayendo preso de los alemanes el 1 de Junio.  Con sus 24 años, intenta una arriesgada y fantástica proeza: escapar de los nazis. Al tercer intento logró su cometido y para el 31 de diciembre de 1941 se encontraba en su amada Francia.
Para ese entonces, Francia estaba tomada en gran parte por los alemanes y su ejército había sido diezmado. La Resistance era una organización civil paramilitar de resistencia contra los invasores. Michel se une a ellos como jefe a cargo del Servicio de Rescates. Con éste cargo, crea patrullas de jóvenes a quienes entrena en técnicas de salvamento, acecho, mecánica y construcciones con los que posteriormente reparará puentes y caminos para facilitar el transporte de refugiados rescatados. En febrero de 1944, recibe el cargo de Capitán.
En la Liberación, es llamado por el rearmado ejército francés para realizar actividades de mando y participó con sus alumnos en la campaña de Alsacia en noviembre y diciembre de 1944.
Terminada la guerra, obtiene su licencia y es dado de baja del ejército el 2 de abril de 1946.

Comisionado Nacional Scout

El P. Doncœur y el P. Forestier le proponen a Michel Menú ser Comisionado Nacional Scout (CNE), pero antes de asumir cualquier compromiso, Michel decide realizar un diagnóstico de todas las Tropas de SDF a lo largo y ancho del país, mientras participa en conferencias de adiestramiento para dirigentes donde se hace oir y difunde sus ideas.
A principios de 1947 asume como CNE y encuentra que había una gran deserción por parte de los jóvenes de 14 a 17 años a causa de las viejas costumbres y tradiciones Scouts que convertían al método en un museo de antigüedades, la explosión del neoliberalismo y sus políticas invasoras comerciales yanquis, y la creciente satisfacción por parte de los jóvenes al consumir productos de los medios de comunicación. Ante este problema, Michel Menú decía “Hace falta, como BP nos lo señaló, ocuparse de la sección "adolescente" y recobrar el proyecto original del fundador para los chicos de 14 a 16 años…”

La propuesta “Raider”

La propuesta de Michel Menú era básicamente adaptar los intereses de los jóvenes de la época a los lineamientos base del escultismo de BP. Desarrollando la alta técnica, un "sistema de entrenamiento colectivo en correspondencia con los gustos de hoy, recreando una corriente de entusiasmo para las actividades". La misma palabra "Raiders" es lanzada. El vocabulario utilizado les habla a los jóvenes: woodcraft, misionero, deportista, conductor-mecánico, servicio voluntario, reclutamiento, insignias particulares, uniforme especial…
En 1949, los "Raiders" definitivamente son lanzados y se hacen "las locomotoras" de un escultismo regenerado pero fiel, aunque renovado, al espíritu de Baden-Powell. Sobre todo, retenían y asimilaban las doctrinas religiosas y morales del Padre Doncœur y Forestier, en un estilo muy dinámico, moderno y espiritual.
Acabando su formación, Michel Menu hace en 1950, un período de prácticas en Gilwell y recibe el diploma de Deputy Camp Chief.

Los días gloriosos de los Raiders

Gracias a los "Raiders", la rama Scout alcanza un nivel técnico y moral jamás visto, estimulados por un jefe carismático que tiene el don de las fórmulas y de los ejemplos sorprendentes: "un fósforo que arde sólo en medio de la muchedumbre no es más que una llama pequeña, pero diez mil fósforos prendidos en un estadio colmado crean una luz enceguecedora".
En 1951, apoyándose en los "Raiders", Michel Menu y su equipo también lanzan la creación de las Patrullas Libres. “Pedimos a los Raiders crear patrullas en zonas rurales, suburbios aislados, allí dónde la existencia de una Tropa parece imposible”. Fue un verdadero éxito (desconocido sin embargo), pues era la forma de "escultismo misionero" más acabada de toda la historia del escultismo francés. Los resultados (particularmente cuantitativos) sobrepasaron por lejos a los campamentos "Viento en popa" de SDF o "Unidades Sol" de Guías De Francia (GDF) durante los años 1990 u otro experimento FSE de este tipo.
Por supuesto, las críticas se hicieron oír: algunos quieren asimilarlos a unidades paramilitares que exaltan el espíritu "comando".
En los campamentos Raiders que permiten la ocasión de mostrar el espíritu, la postura y los resultados del método, hay que citar: Combrit (julio de 1951), Landévennec, Chaumeçon, "la Chispa" en 1953, el campamento Patrullas Libres en 1954 y sobre todo el rally Raiders del Banne d’Ordanche (1956) donde más de 800 patrullas de Raiders Scouts deciden en el entusiasmo participar en la “Operación Sol Naciente", para fundar tropas en las ciudades nuevas.

El fin de un sueño

En 1957, en el medio de profundos cambios a nivel mundial y nacional, los SDF también veían necesario el cambio. El fin de la etapa imperialista francesa y el avance del socialismo en Asia, causaba pánico entre la población del nuevo “occidente capitalista” y por supuesto en el clero francés, que era el encargado del escultismo en su país.
El choque de ideas políticas y el rechazo por parte del Consejo Nacional hacia el proyecto Raider, desembocó en peleas, frustraciones y renuncias. Michel Menú también renunció, pero por otras razones: tenía una familia, cinco hijos y serios problemas económicos, ya que desde 1947 se dedicó plenamente a sus funciones como CNE sin ver un centavo, obviamente, por su trabajo.
Rápidamente recuperó su economía haciendo uso de sus habilidades como ingeniero, pero en el nuevo Consejo Nacional de SDF ya los cambios se hacían sentir: en 1960 los Raiders pasaron a llamarse Rangers. Pero no fue sólo el nombre lo que cambió, sino tambie toda su forma de trabajo. Se temía que el sistema Raider que tan bien funcionaba sembrara en los jóvenes ideas socialistas o de índole combativa.
Menú siguió participando en la vida Scout, pero desde un lugar aislado: escribiendo artículos para revistas y libros para Scouters. En 1961 Géraud Keraod y otros de los disidentes de SDF creaban oficialmente Guías y Scouts de Europa (GSE), una asociación que se dedicó a mantener los valores tradicionales del Escultismo, así como hacer resurgir a los Raiders, hasta el día de hoy.

El comienzo de otro…

Muy decepcionado, incomprendido contrariado y rechazado por las autoridades oficiales, Menú abandonaba toda esperanza de rehacer la unidad scout francesa y comprobaba que la penetración de las ideas progresistas políticamente coloreadas en el escultismo habían acabado en una desintegración de su espíritu esencial. Ciertamente impregnado de una espiritualidad activa, buscó otro modo de servir a la juventud que no comprometa a los SDF, sino que sea también un modo nuevo de hacer reflexionar. Creó en 1969 para los jóvenes de 20/25 años un modo más actual de resurgimiento tanto físico como espiritual, que llamó El Goums (en referencia al goumiers, estos nómadas que vivían libres y autónomos a los confines de su desierto y que se incorporaban y resucitaban bajo los golpes de la adversidad. Eran también los auxiliares del Ejército francés al tiempo del protectorado marroquí).
Todavía hoy, sin inspirarse verdaderamente en el escultismo, pero en una mentalidad que no renegaría el método, los goums se van libremente unos ocho días al año. Efectúan un raid en algún paraje aislado, incluso al mismo desierto del Sahara, para vivir en equipo, marchar para alcanzar una meta fijada de antemano, dormir bajo las estrellas y "cuando el cuerpo recobra sus ritmos, el espíritu se siente libre en las alturas".
Por el goum y el atractivo que les encontraron 15000 participantes en 800 raids (entre 1969 y 1996), Michel Menu encontró, viviendo y en marcha con ellos (efectúa su último raid de 150 km en 2003 a los 87 años), una juventud con espíritu joven y enamorada todavía del adelanto, y con ganas de "irse al desierto" lejos del mundo.

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